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RESPIRAR

POR LISSETE FLORES



Respirar es uno de los tantos procesos vitales para nuestro cuerpo; sin embargo, es indispensable conocer todo lo que nos beneficia para aprender a hacerlo bien y así mejorar nuestra salud física, mental y emocional.


Desde el primer instante que nacemos respiramos y no dejamos de hacerlo hasta el último suspiro de nuestra vida; sin parar, lo hacemos inconscientemente. Es necesario hacerlo consciente ya que permite, desde eliminar ronquidos, hasta reducir la ansiedad y el estrés.

Regular la inhalación y la exhalación solo por la nariz, requiere de una concentración importante, ya que permite que nuestra mente se enfoque y a partir de ahí, se inicia un proceso de equilibrio y calma en todo nuestro ser; cada inhalación nos da energía nueva y cada exhalación libera energía vieja y contaminada.


La vida tan acelerada que vivimos nos hace olvidar la importancia de la respiración. La hacemos mal, por la boca, muy rápido, haciendo inhalaciones y exhalaciones muy cortas, ocasionando que no ocupemos ni el 50% de nuestra capacidad pulmonar, generando una baja oxigenación junto con varios problemas de salud, dolores de cabeza, problemas respiratorios, ansiedad, etc.

Para poder aumentar dicha capacidad pulmonar es necesario hacer ejercicios de respiración diario, Yoga tiene varios ejercicios que llama Pranayama. A continuación te comparto dos ejercicios muy sencillos, es importante que los practiques diario no importa la hora, regálate de 5 a 10 minutos para que te concentres, te desconectes de todo y te conectes contigo mismo, generando bienestar inmediato.


Ejercicio 1


Siéntate en una silla, con los pies al piso, que no cuelguen, si eso sucede, corrige la altura de la silla o coloca un apoyo bajo tus pies para que no cuelguen. No lo hagas en un sillón ya que se hunde y hace que tu espalda se curve. Mantén la espalda derecha sin recargarte en el respaldo, todo el ejercicio lo debes hacer por la nariz, con la boca y tus ojos cerrados.

Coloca tus manos sobre tu estómago a la altura de tu ombligo, inhala sintiendo el movimiento que se genera en tu abdomen, en cuanto sientas el movimiento en tus manos, exhala, van a ser respiraciones cortas porque solo estás ocupando 1/3 de tu capacidad pulmonar, repítelo 10 veces.


Ahora coloca tus manos debajo de tu pecho, siente tus costillas y repite las 10 inhalaciones hasta que sientas el movimiento en tus manos, exhalas. La duración tanto de la inhalación como de la exhalación, debe ser mayor que el ejercicio anterior ya que estas ocupando 2/3 de tu capacidad pulmonar, ósea que estás llenando más tus pulmones.

Ahora coloca tus manos arriba del pecho, que la punta de tus dedos toque las clavículas con los brazos cruzados , haciendo una X en tu pecho y repite la inhalación hasta que tus manos se muevan, hazlo suave y lento, no debes acelerar el proceso con tal de sentir el movimiento en tus manos, regálate el tiempo para llenarlos por completo, lentamente. Y de igual manera exhala, ahora tus respiraciones deben durar mucho más que las anteriores porque ahora sí debes ocupar el 100% de tu capacidad pulmonar.

Cuando termines solo respira naturalmente y hazte consciente de cómo cambió todo tu ser.


Ejercicio 2


Siéntate en una silla, con los pies al piso, que no cuelguen, si eso sucede, corrige la altura de la silla o coloca un apoyo bajo tus pies para que no cuelguen. No lo hagas en un sillón ya que se hunde y hace que tu espalda se curve. Mantén la espalda derecha sin recargarte en el respaldo, todo el ejercicio lo debes hacer por la nariz, con la boca y tus ojos cerrados. Tus manos recárgalas sobre tus muslos con los brazos relajados.

Inicia inhalando y exhalando 3 veces profundo a tu ritmo. Ahora inhala y has que tus pulmones se llenen por completo durante 4 segundos y exhala vaciando tus pulmones más lento, haciendo que dure 5 segundos toda la exhalación.


Repítelo hasta que te sientas cómodo y entonces aumenta: que la inhalación dure 5 segundos y la exhalación 6 segundos. El objetivo es llegar hasta 10, 12 o 15 segundos inhalando y un segundo más exhalando, siempre buscando que dure más la exhalación. No va a suceder tan rápido; es probable que te duela la cabeza, te marees o te de ansiedad. Esto es porque no estas acostumbrado. Si es así, entonces descansa un minuto y vuelve a intentarlo reduciendo un segundo a las inhalaciones y exhalaciones. Como todo proceso de mejora lleva tiempo, no te desesperes, necesitas constancia y dedicación para sentirte mejor y reducir todo el acelere que tienes.


Al terminar el ejercicio respira natural y toma consciencia de la calma que hay en todo tu ser.

Respira y regálale espacio a tu mente, a tus emociones, a tu tiempo, a tu vida… Respira y vive mejor.

Namasté

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